10 curiosidades de Georgia que te sorprenderán (Parte 1)

10 curiosidades que te sorprenderán de Georgia (Parte 1)

(Nota: este viaje y escrito fueron hechos en 2019).

Georgia (el país). Si googlean Georgia, casi siempre les saldrá por ahí entre paréntesis “el país”, con el fin de desambiguarlo del estado sureño de Georgia, ubicado en los Estados Unidos.

Qué cansado ha de ser para los georgianos tener siempre que estar aclarando esta vara. Si yo padezco cada vez que tengo que explicar que Ricky Martin y yo no venimos del mismo país, supongo que también para los georgianos deberá ser un fastidio tener que aclarar que Martin Luther King (otro tipo de Martin, dicho sea de paso) tampoco viene del mismo lugar que ellos.

No obstante, los días en que Georgia el estado de EE.UU. es más reconocido que el país Georgia podrían estar en extinción, en vista de que esta pequeña nación, situada en el Cáucaso, se ha convertido en los últimos años en uno de los nuevos lugares trendy para ir de viaje.

Efectivamente: la industria turística georgiana está en pleno big bang, de cuyo estallido han surgido numerosos hostales, docenas de personas repartiendo volantes en la calle publicitando tours genéricos y frecuentes casas de cambio, ubicadas algunas de ellas en lo que podrían describirse como huecos en la pared o mazmorras, con gente detrás de las rejas que suele realizar las transacciones en el más mecánico silencio, con el regocijo que les ha de causar estar encerrados ahí todo el puto día.

Sin embargo, más allá de los inconvenientes arquetípicos de la industria turística, si resaltamos que Georgia es barato y ofrece la posibilidad de estar hasta un año en su territorio sin visa para casi un centenar de nacionalidades (un gesto migratorio casi revolucionario en estos días), queda claro que manda huevo no darse la vuelta por este chante si uno de casualidad se encuentra en el vecindario caucásico.

En mi caso particular, en vista de que vivo en Líbano, y el vecindario de Medio Oriente queda prácticamente al lado, decidí por fin darme la vuelta por el Cáucaso a inicios del otoño de 2019 y, al final del mismo, sentarme a escribir esta entrada del blog con diez curiosidades de Georgia, que quizás a vos también te llamarán la atención si un día vas a Georgia (el país):

1) Tbilisi es como un cuentito de hadas

Tbilisi, la capital georgiana, es como un cuentito de hadas. Colorido, lindo, chiquitito, “cute”. De hecho, su nombre me suena como a un reino muy lejano, del que nadie nunca se acuerda. Pero un día, cuando se viene una guerra tipo Game of Thrones o algo así, y hay que buscar aliados más allá del Mar Angosto, alguien recuerda el diminuto reino de Tbilisi, emprende el viaje para establecer una alianza con ellos y, al final, es recibido nada más y nada menos que por una niña, quien rige tan lejano chante.

Ese aire de cuentito de hadas surrealista teorizo que se debe a varios factores arquitectónicos. Para comenzar, Tbilisi está lleno de edificios coloridos y de madera cayéndose a pedazos. Ahora, cuando digo que están cayéndose a pedazos, no lo digo en sentido metafórico: esta vara está literalmente cayéndose. Como documentación, adjunto aquí un par de pruebas gráficas:

No obstante, desde mi perspectiva, esta decadencia le da un aire más genuino, como sucede con otras ciudades que me fascinan, como Lisboa, Portugal, o Irkutsk en Siberia, Rusia.

Además, para agregarle más aire surrealista, el crecimiento de Tbilisi parece totalmente orgánico: al lado de estos edificios coloridos y de madera cayéndose, hay edificios modernamente bizarros y de concreto, todo mezclado con vetusta arquitectura soviética. Es como un sueño, en el sentido de que se mezclan en un solo lugar varios elementos que no calzan entre sí, pero que diay, ahí están todos juntos en caótica armonía a pesar de su evidente disimilitud.

Por otra parte, Tbilisi está lleno de cafeterías acogedoras, con muchas lucecitas, lo cual me hace ponerlo alto en mi lista como destino para un writing retreat.

2) En Tbilisi hay muchas estatuas random

Ya que estamos hablando de cómo en Tbilisi se mezclan elementos aleatorios, debemos sumarle a la ecuación surrealista las estatuas random que es frecuente encontrar por sus calles. Digo, porque no es lo más común ir caminando y encontrarse, dentro del mismo parque, con una estatua de Ronald Reagan y con un piano del tamaño de una casa, mientras una mujer gigante te observa a la distancia con una espada sobre una colina. Exacto: por eso les digo, que Tbilisi es como un sueño.

Desconozco exactamente el porqué hay tantas estatuas, pero al menos en mi caso, viniendo de Costa Rica where the streets have no name, a mí estas esculturas me resultan de enorme utilidad para utilizarlas como puntos de referencia y poder ubicarme, en especial porque con estos rótulos convenientemente escritos en georgiano y ruso rara vez sé en qué calle estoy.

3) Tbilisi es una ciudad muy silenciosa

Tan silenciosa que me sentía como en una película muda. Tan silenciosa que hubo una tarde en que me entró la paranoia de que me estaba quedando sorda.

Creo que esta es la primera ciudad en que noto el silencio. Al contrario de muchas capitales del mundo, en Tbilisi no se escucha mucho ruido. Casi nadie parece estar lo suficientemente apresurado como para estar pitando en las calles desde su carro, ni tampoco la gente parece hablar mucho en voz alta, ni siquiera en los pasajes subterráneos construidos para cruzar las calles sin interrumpir el tránsito y albergar una buena parte del comercio georgiano, y en los cuales se apelotonan diariamente centenares de personas.

Lo único que a mí me salvó de la alucinación de que me estaba volviendo sorda fue que me quedé en un hostal frente a un conservatorio de música y, desde ahí, podía escuchar sin problemas a todo el mundo practicar. Lo amé. Me recordó mucho cuando yo también estudiaba música, antes de decidirme por ser escritora.

Y hasta aquí llegamos, por el momento, con curiosidades de Georgia. Para la próxima entrega, nos salimos de Tbilisi para explorar un poco más de las montañas, la gastronomía y la obsesión que tienen por los cuernos (con esto no quiero decir que sea esta nación de infidelidades maritales, sino que al chile: para todo usan cuernos). No se lo pierdan. 😉

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