Sitios que te harán viajar en el tiempo
Sitios que te harán viajar en el tiempo
Si un genio se les apareciera el día de hoy y les concede un deseo, ¿cuál sería? Yo lo tengo clarísimo: renunciaría a la vida eterna, al millón de dólares, a caminar sobre la luna y me quedaría con viajar en el tiempo. El presente me resulta angustiantemente fugaz y me parece una mierda que uno no pueda recuperar por completo los momentos que se vivieron y que ya se fueron. Si somos los escritores de la novela de nuestras propias vidas, ¿por qué no podemos regresar a las primeras páginas del libro cuando queramos?
En fin, antes de que me sumerja demasiado en cuestiones metafísicas y existenciales (que no es el propósito de este artículo), quizás es por eso que visitar lugares en que parece que viajás en el tiempo es de lo más fascinante para mí. Por ello, en mi página de Facebook le hice la pregunta a quienes se balancean conmigo en este caballito, mis lectores, acerca de los lugares en que ellos sienten que han viajado en el tiempo.
He aquí los resultados. Gracias a todos aquellos que respondieron, porque la idea es que Sobre el caballito sea cada vez más una experiencia colectiva de todos aquellos que amamos viajar, no solo en el espacio, sino también en el tiempo. 😉
Las murallas de Santo Domingo, República Dominicana
“Todos los cañones apuntando hacia la bahía, casi pueden imaginarse los barcos piratas atacando la ciudad”, Esteban Vega Solís.
No he tenido la oportunidad de estar en República Dominicana más allá del aeropuerto, pero interesante saber que, si algún día salgo por la puerta de la terminal de llegadas, voy a tener la oportunidad de pasar de aviones a barcos piratas. 😀
Granada, Nicaragua
Para mí, una de las maneras más eficaces de viajar en el tiempo es visitar ciudades coloniales. De hecho, hace ya varios años tuve la oportunidad de pasar un año nuevo en Granada y la verdad yo me sentía no recibiendo el año 2005, sino el año 1805.
Granada tiene el color intenso de ciertos recuerdos, el olor de cocina de leña que evoca memorias y el calor de la manta con la que a uno solían cobijarlo cuando era niño. Ese es su nivel de épocas que se fueron y que uno se las encuentra, de vez en cuando, al caminar por sus calles.
Pompeya, Italia
“Pompeya, por lo bien conservada que se ve la ciudad”, Ale Rodríguez.
Qué tan cierto… Pompeya está petrificada trágicamente en el tiempo. Uno ahí hasta puede leer los grafitis en latín de los burdeles, con obscenidades que te dejan bien claro que el sexo, siempre ha sido y será, inspiración de…este… los poetas más calenturientos, por decir lo menos. :p
Palacio de Versalles, Francia
“Me imaginaba cómo debió haber sido la vida de esas personas en la habitación del rey y en los jardines”, Andrea Obaldía.
Efectivamente: imaginarse ser parte de la realeza es un delirio posible en Versalles, donde todo es EXAGERADAMENTE EXAGERADO. Ya con solo imaginarse, por ejemplo, el nivel de brete de limpiar 700 habitaciones, 20 mil ventanas, más de 1200 chimeneas y 67 escaleras… ¡Sia tonto! (la mae que se imagina como parte de la servidumbre y no de la alcurnia. :p ).
Volcán Cotopaxi, Ecuador
“Una maravilla”, Jean Dubon.
No he tenido la suerte de haber estado aún frente a este gigante de casi 6000 metros de altura (agregándolo a mi lista en 3…2…1…), pero asumo que ha de ser algo así como volver a una época en que los volcanes todavía, con su furia telúrica, estaban apenas comenzando a darle forma a este planeta.
La Alhambra, España
“Mi espíritu quedó impactado y agradecido de poder estar ahí”, Vicky Peralta Hernández.
La verdad es que creo que todo viajero debe incluir La Alhambra en su lista. Todavía me parece una injusticia tan grande como el tamaño del planeta que no haya sido incluida en las 7 maravillas del mundo (¡exijo un reconteo de votos!).
Mientras eso sucede, les recomiendo que vayan y viajen a una época arábigamente romántica.
Isla de Pascua, Chile
En el tope de mis lugares por visitar, más que en el tiempo, yo creo que ir ahí ha de sentirse como viajar a un universo paralelo, tipo no sé, Game of Thrones o una vara así. O sea, ¿qué tan surrealista puede ser una isla llena de cabezas misteriosas? 😮
Venecia, Italia
“Venecia con sus góndolas, donde el tiempo no transcurre”, Ale Rodríguez.
A mí en lo personal Venecia me desespera por ser una ciudad con más turistas que habitantes, pero tal y como lo mencionaba en el pasado artículo sobre Cosas que te sorprenderán en Petra, uno puede concentrarse en los turistas con sus selfie sticks o enfocarse en que uno está en una ciudad donde las calles han sido agua desde el siglo V, desde antes de que cayera Constantinopla, desde antes de que se descubriera la pólvora, desde antes de que ocurriera una revolución industrial que cambió al mundo para siempre, desde antes de que Italia se convirtiera en Italia y, por supuesto, desde antes de que se inventara el selfie stick. Uno elige.
Por lo tanto, lo mejor es elegir viajar en el tiempo por sus calles acuáticas y alejarse de los demás turistas y del siglo XXI.
Cusco, Perú
Uno de los más mencionados, y que gana sobrado su lugar en este conteo, es la ciudad de Cusco. Aparte, al menos el centro histórico es bastante sepia, entonces uno se siente al chile como metido en una fotografía antigua.
Cuenca, Ecuador
Una vez más, Ecuador regresa a la lista, y una vez más recalcamos que las ciudades coloniales, como mencionábamos anteriormente, son portales que se abren en el tiempo y que nos permiten viajar a lugares donde aún resuenan carruajes por las calles, como un eco de una época muy lejana que se resiste a evaporarse en la nada de la que nada sabemos.
Brujas, Bélgica
Aunque Brujas no es “brujas” originalmente, la traducción al español me parece mágicamente perfecta, porque es como si al chile una bruja lo hubiera hechizado a uno y lo hubiera llevado a viajar en el tiempo a un lugar que es como de cuento de hadas.
Roma, Italia
“Con todo y los miles de turistas en verano, me sentí como caminando en un libro de historia”, Ana María Lobo.
Roma no solo sorprende por los retazos de historia que se encuentran por todas partes, sino porque es increíble que, con todo lo que ha pasado, siga teniendo estos lugares en pie. Por algo es que se le conoce como la ciudad eterna.
Machu Picchu, Perú
Una de las 7 maravillas del mundo en nuestra lista colectiva. Yo creo que ya con solo subir hasta ahí, con el poco oxígeno que le queda a uno, ya es posible comenzar a alucinar y a sentir que uno viaja en el tiempo, jajaja. #FumadoresAMásDe2000MetrosDeAlturaCasosDeLaVidaReal.
Sin embargo, más allá de cualquier efecto de la altitud, lo cierto es que Machu Picchu nos transporta a una época tan, tan, tan pero tan lejana que nos resulta misterioso incluso que alguna vez haya, en verdad, existido.
Alcázar de Toledo, España
Toledo es, efectivamente, transportarse en el tiempo nivel medieval intenso, al grado de que uno puede comenzar a hablar en castellano antiguo y escribillo he desta manera las bondades de una tierra donde fiz un viaje y de cuyo nombre no quiero acordarme. Las paredes del Alcázar fijo que se acuerdan de cuando la gente hablaba así, porque llevan ahí desde el siglo tercero (y ya vamos por el 21, chicos). Ese es el nivel.
Alausí, Ecuador
Mae, como que Ecuador, quizás por estar en el centro del mundo, es el lugar por excelencia para encontrar un portal hacia otras épocas que se fueron, pero que regresan justo por la mitad del planeta. Gracias a Reyseth Peraza por haber traído al conteo a este, al menos para mí, hasta ahora desconocido destino, tanto en el espacio como en el tiempo.
Malta
Aparentemente, cruzar el Mediterráneo es cruzar también las aguas hacia un tiempo perdido que terminó por encallar en Malta. ¿Será que nos subimos en un barco y vamos hacia un sitio que, al menos a mí, me suena fascinantemente random?
Mea Shearim, Jerusalén, Israel
Este es mi aporte personal a la lista: el vecindario judío ultraortodoxo de Mea Shearim es el sitio en que más me he sentido fuera de lugar de TODOS LOS SITIOS en que he estado en este planeta. Aquí viven exclusivamente los jaredíes, quienes son los judíos que siguen su religión literalmente al pie de la letra y rechazan el mundo moderno desde finales del siglo XIX porque no les coincide con la Torá. Por eso, entrar a su vecindario es como meterse en una máquina del tiempo y viajar como a un país de Europa oriental hace 100 años. Aunque no son tan extremos como los Amish, consideran el mundo actual como una amenaza a sus creencias. Por ejemplo, no ven tele, las mujeres nunca usan pantalones, ni faldas cortas, no utilizan control de la natalidad (porque en el Génesis dice «creced y multiplicaos») y durante el sábado pueden apedrear a cualquiera que se le ocurra manejar un auto en un día sagrado para ellos. Entenderlos y no juzgarlos, definitivamente, es el reto para el viajero acá. Y es que a veces, irónicamente, abrir la mente al viajar significa tener también que cerrarla.
Cuba
“Uno muy fácil, la Habana Vieja. Le hace honor al nombre. Es como si el tiempo se hubiera detenido en 1960”, Eileen Mora.
Efectivamente: de este conteo, el sitio más votado para viajar en el tiempo ha sido Cuba, con ciudades como La Habana y Trinidad. Cualquiera que haya puesto pie en esta isla (y cuando digo cualquiera es realmente CUALQUIERA más allá de subjetividades) se da cuenta de que aterrizó en los años 50. La magia de Cuba, al menos para mí, no tiene comparación en este planeta. Ojalá y nunca la pierda.
Bonus extra: Cartago, Costa Rica
Alexander Valverde Rojas agregó Cartago justo en el último momento al conteo, jajaja.
Yo definitivamente no lo considero taaaaan extremo, pero proviniendo de una familia originaria de Cartago (y habiendo pasado incontables fines de semana ahí durante mi niñez), todavía me quedan rastros que me hacen sentir que cruzando el Ochomogo hay un cierto aroma a pasado, con olor a la casa de mi tía abuela que, al menos para mí, siempre flotará en el aire.
Y vos, ¿qué lugares para viajar en el tiempo agregarías a la lista? Aquí abajo quedan los comentarios para que esta lista siga creciendo y que nos permita viajar a las primeras páginas del libro cuando queramos, ese libro que es la historia de la humanidad y que lo escribimos todos.
Muchas gracias a Gio Ortiz, Amelia Carillo, Esteban Vega, Ale Rodríguez, Andrea Obaldía, Gau Pérez, Vicky Peralta, Marce Solano, Noe Vargas, Mauricio González, Eileen Mora, Maryssa Melero, Grettel Delgadillo, Adriana Vásquez, Jean Dubon, Patricia García, Jorge Villalobos, Reyseth Peraza, Ana María Lobo, Carlos Andrés Saballos y Alexander Valverde por contribuir a este artículo y subirse sobre el caballito. 😉
1 Comment
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Yo agregaría Colonia del Sacramento en Uruguay! Además de ser Patrimonio de la Humanidad, Colonia te transporta a aquella época donde los españoles y portugueses se disputaban el terreno…. increíblemente hermoso!